Carta de motivación: pasos a seguir para redactarla

 
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Una carta de motivación es una de las exigencias más repetidas por las empresas y puede determinar el resultado de un proceso de selección por encima de la formación académica y la experiencia profesional.

¿Cómo es la carta de motivación perfecta?

Lo primero que debes tener claro es que este documento es diferente al Currículo Vitae,  y que por tanto, tiene que aportar otro contenido. Del mismo modo, es fundamental que adaptes la carta al puesto al que aplicas, evitando entregar algo neutro y sin personalidad.

Otros requisitos que debe cumplir el texto son:

  • Refiérete solo a cuestiones relacionadas con la empresa y la vacante que te interesa
  • La carta de motivación debe ser un reflejo de tu personalidad, de forma que el entrevistador pueda conocerte un poco más después de leer tu CV
  • Asegúrate de que no has cometido ninguna falta de ortografía o gramática antes de adjuntarla al currículo.
  • La redacción debe ser clara y concisa, insistiendo en mantener una estructura sencilla y ordenada

¿Qué estructura debe seguir?

Lo ideal es que la carta no sea muy larga y quede estructura en tres partes específicas:

Introducción

De forma breve presenta tu trayectoria académica y profesional, incluyendo, además, un apunte sobre los motivos por los que quieres conseguir el trabajo.

Desarrollo

Es el momento de explayarse. Ofrece detalles concretos sobre los porqués de tu interés en el puesto y las razones que te hacen el mejor candidato.

Fin

Para finalizar indica que estarás encantado de ampliar toda la información en una entrevista personal.

Fallos a evitar

No lo olvides, el éxito de tu candidatura puede depender de lo buena que sea tu carta de motivación. Para eso, no solo debes prestar atención a los elementos que debe contener sino también, a aquellos errores que conviene evitar:

  • Las siglas y abreviaturas pueden crear confusión
  • No te deslices con el narcisismo. Debes potenciar tus virtudes pero sin resultar pedante
  • Los verbos en pasiva y los condicionales déjalos para otro momento
  • Procura no comenzar las oraciones con “yo”

Fuente: universia