Cómo prepararse para una entrevista de trabajo

 
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Antiguamente cuando se iba a una entrevista lo más importante era la presencia, la imagen que proyectabas: pulcritud, responsabilidad, profesionalismo. Sin embargo, pese a que esta idea se mantiene en cierta medida, los intereses hoy giran en torno a lo que aporta el profesional, qué lo hace indispensable para el proyecto o equipo en cuestión, la sustancia. Por tanto, a la hora de prepararse lo fundamental es concentrarse en cómo se venderán y cómo harán al entrevistador pensar que efectivamente son los mejores para el puesto.

Según explica John Lees, autor de "El Experto de Entrevistas: Cómo Conseguir El Empleo Que Quieres", incluso las personas "relativamente inteligentes no se preparan muy bien para las entrevistas", y en lugar de eso improvisan, lo que lleva  a que estén mucho más nerviosos en el momento en que tienen que impresionar. Según Lees, "el nerviosismo está íntimamente vinculado con el bajo rendimiento".

Entonces, ¿cómo deben prepararse? Lees recomienda prepararse aún más de lo que creen que sea necesario, ya que pueden tener todas las cualificaciones necesarias en papel, pero si no se presentan de la mejor forma que puedan, es decir una persona enérgica y relajada con la que se puede trabajar de forma sencilla, parecerá falso. Sugiere los siguientes pasos, recogidos por el Harvard Business Review (HBR):

1. Elabora un guión realista

La mayoría de las preguntas que le realizarán en una entrevista son sumamente predecibles, y probablemente puedes crear una lista de 10 o 12 de ellas. ¿Por qué deberíamos contrarte? ¿Cómo se ajustará al puesto? He notado algunos vacíos en su Currículo Vitae. Debes Practicar respuestas a esas preguntas y decir las respuestas en voz alta. Se trata de crear "pequeñas narrativas". Además, probablemente dirás cosas mucho más breves y receptivas.

2. Preparar preguntas que quieres evitar 

Si hay cosas en el Currículo  que desearías no tener que resaltar, es muy probable que el entrevistador quiera saber más sobre ello. Las probabilidades de que les vaya mejor en eso aumentarán si preparan una respuesta de antemano. Manténla corta y dinámica, recomienda Lees. Si haz perdido un trabajo, puedes decir algo como Como cientos de otras personas, he perdido mi trabajo por reducciones de personales. Pero esto me ha dado la posibilidad de atender a las capacidades que desarrollé en ese tiempo e identificar nuevas áreas de crecimiento.

3. Si alguna pregunta  confude, toma un minuto para pensar

Los introvertidos suelen necesitar unos minutos para procesar una pregunta. Hacer tiempo intentando resumir una pregunta o intentando dar una vuelta para que quede más claro, por ejemplo diciendo Esa es una gran pregunta. Cuando la responda hablaré de ello. Lo peor que se puede hacer es parecer aturdidos o nerviosos, ya que se percibirá como incompetencia. Si debes decir algo:  Dejarme pensar por un momento... y responder solamente cuando tengas algo pensado.

4. Asegura estar escuchando realmente lo que dice

Cuando las personas se ponen nerviosas, suelen concentrarse en sí mismos y lo que dicen en lugar de cómo responden. Porque la ansiedad bloquea lo que escuchas, y les lleva a perder algún detalle vital de la pregunta del entrevistador, es conveniente intentar calmarse, respirar lentamente y concentrarse en las palabras del entrevistador en lugar de las  reflexiones. Si la pregunta es complicada, Lees sugiere decir algo como A ver si he entendido bien... antes de comenzar con la respuesta.

5. Realiza un listado de preguntas que quieres hacer

Hay cosas que quieras consultar al entrevistador, y decir No nunca es una buena estrategia. Intenta fabricar una o dos preguntas acerca del futuro de la compañía o de tu rol en ella. 

Fuente: universia