Cómo hacer una lluvia de ideas

 
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La lluvia de ideas o brainstorming es un proceso creativo donde lo que se realiza es justamente eso, una “lluvia” donde se proponen todas las ideas que se le ocurren a los integrantes de un grupo, con el objetivo de solucionar un problema concreto o aplicarlas en un proyecto o trabajo. Durante el primer momento, las ideas se reciben sin ser juzgadas ni invalidadas, en un clima de respeto hacia lo que se propone. Después vendrá la etapa de pulirlas y modificarlas, pero eso ya es parte de otro proceso. Al principio se anota lo primero que viene a la mente.

Define el tema a tratar

El brainstorming, si bien es una instancia donde se lanzan todas las ideas sin filtro para resolver determinado problema o para generar perspectivas con las que encarar un trabajo, debe tener un punto de partida claro, es decir un tema a tratar bien definido.

Define el grupo de trabajo

¿Quiénes podrían aportar a una reunión de brainstorming? Define las personas que pueden ser útiles en esta instancia y procura que no sea un grupo demasiado numeroso. Además, también te servirá contar con un moderador, ya que de lo contrario la reunión puede desvirtuarse si algunas personas no respetan el espacio de intervención de los demás.

Deja en claro las normas

Las normas deben ser cumplidas a rajatabla para que la lluvia de ideas funcione. La principal de todas debería ser que las ideas de los demás sean respetadas y no juzgadas. También es importante que se cumplan los tiempos establecidos para la intervención de cada uno.

Haz ejercicios de precalentamiento

Así como si pretendes correr 10 kilómetros deberías entrenarte con estiramiento antes de salir a la carrera, el cerebro también necesita “despertarse” para que las ideas comiencen a surgir. Realiza ejercicios divertidos que puedan motivar al grupo, como por ejemplo realizar un “cadáver exquisito” con letras, nombrar colores y pedir que nombren objetos asociados o cualquier otra situación que se te ocurra para activar la “gimnasia cerebral” antes de la lluvia en sí.

Realiza la lluvia de ideas

La situación a definir debe estar clara y anotada en un lugar visible para todos los integrantes del panel, a los que además se les debe facilitar herramientas como libretas y bolígrafos por si necesitan hacer anotaciones. Luego cada idea será presentada uno por uno al resto del grupo. Los demás podrán anotar las ideas que surjan a raíz de la aportada por el compañero y exponerla posteriormente. Luego de cerrada la instancia de la lluvia de ideas, se analizará cuáles son viables, eliminando las que no encajen con el propósito o sean reiterativas.

La otra opinión sobre la lluvia de ideas

Si bien esta es una herramienta muy defendida, no todos están de acuerdo con su utilidad. El reconocido publicista David Fischman es uno de los que afirma que las mejores ideas pueden ocurrir en los lugares más extraños y no cuando se junta a un equipo con este fin.

Fuente: universia