6 formas de perder el miedo a hablar en público

 
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La práctica ayuda a dominar el miedo a hablar frente a una multitud. Por eso tienes que ensayar muchas veces para que la próxima vez que te toque hacer una presentación frente a clientes, compañeros o desconocidos no te invada el pánico escénico ni nada similar.

1. Anticipate

Al tener que exponer ante un público, una de las preocupaciones más frecuentes es la posibilidad de quedarse en blanco. El secreto para que no te suceda es anticiparte. Es decir, prepara con antelación tu discurso, tomate el tiempo de redactarlo con tranquilidad, leelo en voz baja, en voz alta, luego mirándote al espejo y finalmente frente a tu familia. De ese modo vas a ver que partes te dificultan más y podrás ir modificándolo hasta que lo sepas de memoria y tengas la confianza suficiente para decirlo sin ayuda.

 2. Distrae tu mente

Si, estar 24 horas redactando, leyendo y pensando en tu discurso no es sano. Por eso, una vez que tengas todo encaminado es momento de relajarte y distraer tu mente. Puedes optar por ir al gimnasio, a merendar con tus amigos, o ver tu serie favorita. Te ayudará a no estar tan pendiente del momento y llegar a ese día decisivo más tranquilo.

3. Adaptate al público

Lo importante para mantener la atención de tu público es que trates de adaptar tu discurso a ellos. Es decir, de nda te servirá hablar con tecnicismos que la mayoría no entenderán. Trata de usar palabras sencillas, de contar alguna anécdota con la que se puedan identificar y no seas demasiado serio o estructurado. Utiliza siempre un tono más conversacional y no tanto de monólogo prefabricado.

4. Mirar a los ojos

Un gran error de los oradores es mirar al techo, al piso o a un punto al final del salón. Del mismo modo que en la televisión los conductores miran a la cámara para hablarle “a los ojos” a los televidentes, las personas que hablan a un público en vivo tienen que mirarlos a los ojos. Elige a tres personas de la audiencia, una cerca a tu derecha, otra más en el medio y otra al fondo a la izquierda y alterna. De esta manera abarcarás a casi todos los presentes, haciéndolos sentir partícipes y parte de lo que quieres comunicar.

5.Transmite energía, convicción y pasión en tus palabras

Si quieres que crean en lo que dices, tienes que hablar con energía, seguridad y estar convencido de lo que dices. Habla sobre temas que realmente sepas, pon ejemplos, alterna el ritmo y el tono constantemente para evitar un discurso aburrido. Haz énfasis en los conceptos importantes subiendo un poco la voz y haciendo una breve pausa después de decirlos.

6.Utiliza gestos que acompañen tus palabras

Los gestos de las manos, también llamados ademanes, son muy importantes en oratoria. Las manos y brazos no tienen que ser un accesorio. Hay que aprovecharlos, buscando que sean coherentes con tus palabras. Si hablas de algo que sucederá después, hace el gesto hacia adelante, si dices que son 2 ideas, mostrarlo con tus dedos, si estás hablando de una provincia que queda al norte, señala hacia arriba. Parece evidente pero pocas personas se acuerdan de hacerlo cuando están nerviosas y colocan sus manos en los bolsillos, desaprovechándolas por completo.

Fuente: universia.com.ar