Cómo hacer un examen efectivo

 
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Estar nerviosos y corriendo contra el reloj son dos de los motivos por los que los estudiantes pueden fallar en un examen, aun habiendo estudiado y sabiendo los temas. Dominar estas cuestiones -junto con otras consideraciones- es en parte la clave para realizar un examen exitoso.

A la hora de estudiar, revisa los exámenes de otros años

Como los programas de estudio no suelen variar de un año a otro, tampoco suelen variar los temas que tienen más peso a la hora de realizar un examen. Puedes consultar con el docente sobre pruebas de años anteriores para que te indique donde puedes encontrarlos o te los facilite él mismo. Cuando los tengas, practica con ellos como si se tratara del día mismo del examen, incluso controlando el tiempo.

Confecciona tú mismo un examen

Trata de imaginar qué preguntas harías tú si fueras el profesor. Esto te ayudará a conectar más con la forma en que quieres que se respondan, ya que te situarás en el rol que está “del otro lado”.

Lee las preguntas con mucho cuidado

Gran parte de los errores de los alumnos derivan de una escasa comprensión lectora; particularidad que aumenta en situaciones de tensión. Puede que te haya pasado alguna vez -o muchas veces- que contestas mal no porque no sepas la respuesta, sino porque no llegaste a entender la pregunta. Tómate tu tiempo para leer cada pregunta y en el caso de que dudes pídele al profesor que te aclare.

Lee todas las preguntas antes de empezar a contestar

Lo mejor es que obtengas un panorama general de lo que será todo el examen antes de comenzar a contestar. Esto te ayudará a determinar el nivel de dificultad de cada pregunta y cuánto tiempo tendrás para desarrollar cada respuesta. Se aconseja empezar por las que te resulten más fáciles, ya que si te demoras primero en las difíciles seguramente termines utilizando gran parte del tiempo para contestar la menor parte del examen.

Averigua sobre el modo de corrección

Hay exámenes que penalizan las preguntas más contestadas y otros en los que esta situación no resta puntos. Averigua de antemano cómo es el método de corrección con respecto a esto para poder decidir qué harás con las preguntas en las que no estás seguro de la respuesta.

Primero contesta, después corrige

Si te sobró tiempo en el examen no te salgas del salón. Aprovecha hasta el último minuto para releer lo que has contestado y corregir si es necesario. Pero antes de comenzar la corrección, procura haber respondido el máximo posible de preguntas. Estos minutos finales en los que corriges te pueden ayudar a agregar el dato que haga la diferencia en tu examen, así que aprovéchalos.

Otro consejo que puede resultar efectivo es que no comiences a contestar directamente sobre la hoja de examen, sino que te hagas un esquema aparte donde estructurar las respuestas que después vas a desarrollar. Esto te ayudará, por ejemplo, a no olvidar ningún punto de los que quieres incluir.

Fuente: Universia.edu.ve