Cómo adaptar el currículo según la experiencia

 
  Compartir este Artículo.

A medida que pasan los años nuestra trayectoria profesional evoluciona, por tanto, debemos cambiar en paralelo nuestro currículum y la forma en la que presentamos la información. Si queremos mejorar nuestras oportunidades laborales, esta tarea es de vital importancia. Se debe modificar el CV a medida que se adquieren nuevos conocimientos y habilidades más allá de incorporar únicamente el nuevo puesto y/o curso.

Su importancia es tal que es el documento que puede hacer que continuemos o que nos descarten en un proceso de selección, en especial en un mercado laboral cada vez más competitivo y exigente. Tenemos que entender que los reclutadores leen cientos de CVs para un único puesto, por ello, debemos siempre analizar qué es lo que marcará la diferencia con los demás candidatos. Y esto aplica a todas las etapas: becas, prácticas, primeros empleos y etapa senior.

De becario a perfil senior

Cuando iniciamos la búsqueda de nuestra primera oportunidad laboral carecemos de experiencia, por tanto “debemos potenciar los conocimientos adquiridos a través de nuestra formación, y las habilidades y competencias que hemos desarrollado realizando actividades en equipo, practicando deporte o alguna disciplina artística, así como con trabajos de voluntariado o no relacionados con nuestros estudios”.

Además, es aconsejable que los jóvenes con nula o poca experiencia no superen una página dado que de lo contrario el reclutador podría llegar a pensar que su CV no será tan conciso como debería, y el objetivo es facilitar su lectura al máximo.
Sin embargo, cuando llevamos años trabajando, la información que más le interesa a un reclutador es la relativa a nuestra experiencia profesional dado que es la acreditación frente a competencias y conocimientos. Llegado este momento, lo recomendable es ubicar este campo por delante del de la ‘Formación’. Y como lo ideal es que el currículum no exceda las dos
páginas, iremos eliminado los primeros contactos con el mercado laboral o aquellos que no aporte valor añadido para el puesto que solicitamos.

Los profesionales de recursos humanos hablan de dos aspectos que nunca deben faltar en un CV: el tiempo que una persona ha estado en un puesto de trabajo, y las responsabilidades y logros obtenidos. Es por ello que es imprescindible indicar periodo, cargo, empresa, tareas y capacidades adquiridas

El denominador común

Lo que sí debe ser común en currículos tanto de perfiles junior como senior es la forma en la que presentamos la información:

  • Datos personales (nombre completo, ciudad de residencia, teléfono de contacto, e-mail profesional).
  • Incluir una breve descripción de nuestras competencias y habilidades.
  • Utilizar palabras clave
  • Usar un lenguaje claro y conciso.
  • Ordenar experiencia y formación siempre de lo más reciente a lo más antiguo.
  • Sin faltas de ortografía o de redacción.
  • Adaptar el diseño del mismo según el sector

Es fundamental hacer un buen análisis de nuestra trayectoria profesional para valorar qué incluir y qué no cuando se envía el CV a una empresa. Actualizarlo constantemente es vital si quieres pasar, al menos, el primer filtro.

Fuente: Universia.es