Trabajar a distancia: 5 reglas de oro

Lo que hace décadas parecía una utopía, hoy es una realidad para miles de profesionales de todo el mundo que ejercen sus funciones, desde su propio hogar. Gracias al avance de las nuevas tecnologías y la conectividad, existen cada vez más trabajos que pueden realizarse de forma remota, y las empresas ven en esta nueva modalidad varias ventajas: ahorro económico, incentivo para los empleados, etc.

No obstante, no es todo color de rosas a la hora de intentar ser productivo desde casa. Las distracciones también están a la orden del día, y si no logras mantener la concentración, tus niveles de productividad pueden mermar considerablemente. Para evitar que esto suceda, es fundamental que adquieras un poco de disciplina.

Establece y respeta horarios: Lo primero que debes hacer es, sin lugar a dudas, establecerte una rutina. Aunque no te desplaces físicamente hasta la oficina y estés obligado a estar allí por un tiempo determinado, debes comportarte de la misma forma, pero desde tu casa. Respeta tus horarios.

Mantén tu lugar de trabajo en orden: Siguiendo en línea con el punto anterior, es entendible la tentación de trabajar desde el sillón o incluso desde tu cama. Sin embargo, si lo haces no serás nada productivo. Debes fijar un lugar de tu casa acondicionado especialmente para el trabajo, con un escritorio y silla ergonómica que te permita estar allí muchas horas. 

No te aísles: Una de las desventajas del trabajo remoto es que, poco a poco y sin darte cuenta, vas perdiendo el contacto con tus colegas e incluso con tus clientes. Vivimos en la era de internet, por lo tanto no hay excusas para aislarte. 

Aléjate de las distracciones: Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp, todo esto es incluso mucho más tentador y distrayente cuando no estás bajo la supervisión de un jefe. Lo recomendable es que descargues una aplicación que bloquee las notificaciones de tu computadora. 

Pijamas no: Es fundamental que conserves en todo momento una actitud de trabajo, y esto incluye tu aspecto. Nadie dice que vistas de etiqueta, pero mínimamente sal de tus pijamas.

Fuente: Universia.cl