Cómo influyen las selfies en la personalidad

 
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El momento en que los creadores de smartphone decidieron poner una cámara frontal, definitivamente cambió el rumbo de una generación entera. Constantemente vemos en las redes sociales amigos, familiares o conocidos auto fotografiándose en distintos momentos de su vida. Si bien la mayoría considera que lo hace para “congelar” un momento, la realidad es que una simple selfie esconde trastornos psicológicos y problemas en la personalidad.

La Facultad de Comunicación de la Pontificia Universidad Católica, realizó recientemente una investigación sobre cómo las selfies influyen en la personalidad. La primera conclusión del estudio es que a mayor nivel de narcisismo de una persona, mayor es la cantidad de selfies que se saca. Esto fue previamente deducido por psicólogos y especialistas, pero el estudio fue la prueba suficiente para confirmarlo. La segunda conclusión, más complicada, es que –como el estudio se desarrolló primero en 2014 y luego en 2015- las personas que se tomaban varias selfies en primera instancia, aumentaron su nivel de narcisismo. Lo preocupante de la cuestión es que no solo la personalidad repercute en cómo utilizamos las nuevas tecnologías sino que estas a la larga las van definiendo y modificando.

Según los especialistas, las redes sociales en realidad son utilizadas como diario íntimo donde las personas buscan constantemente una aceptación a través de los likes o follows. Algunos usuarios, comienzan a volverse adictivos a esa aceptación, a que les den un me gusta. Y es por ello que busca nuevas formas, nuevas imágenes. Se tiene una necesidad de presumir constantemente lo que se está haciendo. Las Universidades de Edimburgo, Birmingham y Heriot-Watt, del Reino Unido, realizaron una investigación con más de 500 usuarios de Facebook, revelando que quienes publican exageradamente selfies suelen tener relaciones más superficiales, aumentando así el nivel de narcisismo que tienen.

Un médico psiquiatra del Hospital de Maudsley de Londres, realizó un artículo donde asegura que la mayoría de las personas que se toman selfies, tienen Trastorno Dismórfico Corporal y de allí su obsesión por las fotos. El medico afirma que en realidad la adicción no proviene del uso del celular sino que es un síntoma del Trastorno Dismórfico Corporal el cual implica estar pendientes de su apariencia.

Cuando estamos viviendo un momento único, ya sea un espectáculo, una cena en familia o una cita romántica, al tomar una foto ponemos en pausa nuestra vida. Nuestra cotidianeidad se vive a través del lente, dejando de lado las emociones. El consejo de la mayoría de los especialistas, es que intentemos disfrutar más el momento y no preocuparnos por registrarlo.

Aunque acarree problemas psicológicos las selfies no son malas en sí mismas sino sus malos usos.

Fuente: Universia.cl