Consejos para dominar las emociones negativas en tu trabajo

 
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Aprende a dominar las emociones negativas en tu trabajo para completar las tareas y mantener el rendimiento

Aunque todos los días experimentamos emociones las 24 horas, existen momentos en los cuales nos sentimos dominados por una situación o factor que predomina y nos impide desarrollar nuestras tareas cotidianas. Especialmente sucede con las emociones negativas como la ira, el miedo o la frustración, que tienden a bloquearnos y disminuir el rendimiento incluso cuando son ajenas, porque se contagian con facilidad. Para aprender a controlarlas y ser capaces de sobrellevarlas en el trabajo, te brindamos algunos consejos fácilmente aplicables. ¡Presta atención!

1. Averigua cómo se manifiestan las emociones físicamente

El cuerpo experimenta emociones y las expresa con indicios claros como palpitaciones rápidas, sudor, golpeteo incesante del pie contra el suelo en movimientos cortos o hasta dolor de cabeza. Por ejemplo, la adrenalina se libera en la sangre y produce una seguidilla de efectos causados por estas hormonas.

Muchas son las maneras en que tu físico se manifiesta cuando atraviesa distintas emociones y si puedes relacionar las señales con aquello que estás sintiendo, será más fácil controlarlo porque el primer paso es identificarlo.   

2. Analiza los desencadenantes

La mayoría de los problemas pueden resolverse cuando reconoces los factores que desencadenaron una determinada emoción. Piensa si la manera en que te sientes está vinculada con haber dormido poco, una alimentación inadecuada en la mañana, una pelea en tu casa, un acontecimiento que te produjo estrés o lo que esté detrás de tu emoción.

Comprenderlo facilitará el camino hacia una resolución interna que te permita organizarte para no desatender tu trabajo, pero sí tal vez dejar los asuntos complicados para un día en que te sientas mejor. Dependerá fundamentalmente de la urgencia que suponga cada labor específica.

3. Realiza ejercicios de relajación

La respiración es clave en una situación de estrés porque ayuda a estabilizar el sistema nervioso y disminuir las alteraciones físicas como taquicardia o sudoración. Toma una gran bocanada de aire y exhala lentamente de forma repetida y constante, concentrándote únicamente en lo que estás haciendo. Tendrás mejores resultados si instalas los ejercicios como una práctica cotidiana que te ayude a liberar tensiones antes o después de la jornada laboral.

4. Apela a la proactividad

 Encerrarte en lo que sientes no te guiará hacia una solución, fundamentalmente cuando se trata de un factor estsresante que nace en el propio lugar de trabajo. Puede ser una situación, una tarea o una persona y necesitas enfrentarlo. Es la única manera de estar tranquilo contigo mismo, aunque sea incómodo o prefieras seguir en el silencio a expensas de obtener un bajo rendimiento. Además, puedes explotar en el momento menos indicado y tu reacción podría desencadenar un problema mayor que no querrás generar.

5. Elige compañeros de confianza

En todo ámbito laboral existen personas con las cuales te encontrarás más a gusto que con otras, te inspirarán confianza y podrás contar con ellas cuando tus emociones te invadan, especialmente las que afectan negativamente el rendimiento laboral. Explícales cómo te sientes hoy y solicita su ayuda para evitar problemas durante la jornada laboral. Harás lo mismo por ellos cuando estén en una situación similar, echándoles una mano con sus tareas.

Fuente: Universia.es