8 hábitos que afectan tu reputación laboral

Por más que nadie puede comportarse de forma intachable los 365 días del año, es necesario presentar una imagen profesional de forma consistente si quieres ser tomado en serio en el mercado laboral. Presta atención a estos 8 hábitos que afectan tu reputación laboral para evitar que se vuelvan una costumbre:

No expresarte bien: Las personas que utilizan demasiadas muletillas o no logran hablar de forma articulada y concreta, por más que sean inteligentes y profesionales, estarán demostrando lo contrario.

Soltar malas palabras con demasiada facilidad: Sin importar cuál sea el clima laboral de tu empresa, emitir una “mala palabra” en cada oración sin antes buscar una forma más agradable o civilizada de decir las cosas es poco atractivo y hasta perezoso, algo que puede afectar tu credibilidad.

Impuntualidad constante: Ser puntual se trata simplemente de mostrar que el tiempo de los demás tiene el mismo valor que el tuyo. Si consistentemente llegas más tarde de lo convenido, dejarás en evidencia que no te importa lo suficiente.

Prometer demasiado: el arte de vender consiste en “prometer lo máximo posible pero de forma coherente con tu capacidad de cumplir”. No le prometas el oro y el moro a tus clientes, supervisores o colegas si luego no podrás volverlo realidad.

Optimismo excesivo: Ver el lado positivo de las cosas está muy bien, pero si luego de una catástrofe actúas como que todo está bien no harás más que mostrar tu falta de sentido común.

Comportarte de forma pretensiosa: No importa cuál sea tu cargo, la humildad es una virtud que siempre debes mantener. No actúes como si tuvieras derecho a la atención inmediata de todo el mundo ni como si lo que tú piensas o dices fuera más acertado que lo expresado por otro. 

Ser irresponsable: Si le dices a una persona que harás algo o que te encontrarás en cierto lugar a cierta hora, es necesario que lo cumplas.

Tomar las críticas a pecho: Responder de forma agresiva a las críticas en lugar de tomarlas como una oportunidad para mejorar es una actitud inmadura. Es necesario saber diferenciar las críticas constructivas de los ataques personales.

Fuente: Universia.net.co